I-Introducción: Domingo de Ramos

El domingo de Ramos nos sitúa de nuevo en los últimos días de la vida de Jesús. El relato de la mujer que, en Betania unge la cabeza de Jesús con perfume (Mt 26, 6-13), introduce y señala de forma anticipada los énfasis que en el evangelio de Mateo orientan la narración de los hechos acaecidos en Jerusalén. El mesianismo que anuncia su entrada en Jerusalén se va progresivamente definiendo hasta convertirse en el del siervo de Yahvé, un mesianismo que se aleja de los triunfalismos, de los hechos milagrosos para definirse desde el servicio, la entrega, la confianza y la fidelidad.

II-¿Qué celebramos en Domingo de Ramos y cuál es su significado?

Hoy celebramos el Domingo de Ramos e iniciamos la Semana Santa. Nuestra liturgia ofrece un estudio de contrastes a la medida que caminamos con nuestro compañero y hermano Jesús Señor hacia la cruz del Calvario a las afueras de Jerusalén. En los oficios de este día recorremos por los eventos de prácticamente una semana, lo cual nos permite ver con más claridad los hechos que lograron nuestra liberación. En su entrada triunfal a Jerusalén y aun en su asesinato por parte de las autoridades se le llamó Rey de los Judíos a Jesús. Hay que recordar que el pueblo de Palestina, al igual que hoy, se encontraba sometido y colonizado por el Imperio Romano. De alguna manera el pueblo vio una esperanza sociopolítica y espiritual con la llegada de Jesús.

III-¿Qué puede ser una entrada triunfal para el pueblo?

La entrada triunfal del Señor a la ciudad de Jerusalén es sin duda, el evento más notable en su vida pública. —¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas! aclamaban los seguidores del maestro y a ellos se unían los que habían sido testigos de su predicación, y sus milagros. En aquella muchedumbre también figuraban los curiosos y las autoridades religiosas; al grupo también se añaden los que esperaban que Jesús se alzara como líder de una revuelta contra los romanos. El Señor los contemplaba a todos y consentía que le reconocieran como enviado del Altísimo.

A-Al celebrar la entrada del Señor a Jerusalén, meditemos si nosotr@s en nuestra iglesia, estamos entrando o estamos saliendo de la presencia de Jesús.

Vamos a meditar en quienes están entrando a nuestra iglesia. O sea, si somos una iglesia que permite la entrada triunfal del pueblo para que convivan personas de toda raza, etnicidad, sexualidad, clase, y género que también anhelan participar del reino de Dios.

IV-¿Qué Puede Ser La Entrada Triunfal de Jesús en Nuestra Vidas?

La entrada de Jesús a Jerusalén nos exhorta a salir de nuestras posiciones cómodas en nuestras congregaciones, en las que la vida transcurre sin sobresaltos, puesto que todo se hace bajo el rigor de lo tradicional, aunque no entendamos claramente el por qué se hace. El Señor Jesús pudo haber tomado la decisión de regresar a Galilea y continuar con su misión de restaurar la vida de muchas personas. Posiblemente su muerte no hubiera llegado tan temprano. La entrada a Jerusalén representa la entrada a los centros del poder político, económico y religioso. También los que dirigían tales instituciones debían conocer el proyecto transformador de Jesús; hoy sabemos de sobra que cerraron sus oídos y mataron al mensajero.

La iglesia por medio de sus miembros debe mostrar públicamente su propósito de cambiar las estructuras injustas de este mundo.

Con la entrada triunfal de Jesús de alguna manera el pueblo vio una esperanza sociopolítica y espiritual. ¿Ahora yo me pregunto, podrá Jesús realizar una entrada triunfal en mi vida? Por ejemplo, un personaje del cual no se habla en el Domingo de Ramos lo es el burro que Jesús mandó a buscar. Dice en San Lucas 19:30: «Vayan a la aldea que está enfrente y, al entrar en ella, encontrarán atado un burrito en el que nadie se ha montado. Desátenlo y tráiganlo acá.

A-La Imagen del Burro:

En los días bíblicos, los burros que nunca se habían montado eran considerados especialmente adecuados para fines religiosos. Así que fue muy apropiado que Jesús buscara a un burro para realizar la tarea real de llevarlo a Jerusalén. ¡Qué deseable era la misión de ese burro! ¡Cómo nuestra misión como seguidor@s de Jesús! El burro tenía que ser desatado antes de que Jesús pudiera usarlo. En este Domingo de Ramos nosotr@s también debemos ser liberad@s de los apegos mundanos si queremos servir a Cristo. ¿Cómo llevamos a “Jesús al mundo” en nuestra época del Coronavirus o lugar de desesperanza? ¿Estamos dispuest@s a ser el burro de Jesús realzando la humildad y obediencia? ¿Estamos dispuest@s a ser desatad@s de nuestra zona de confort? Este será nuestro reto para esta Semana Santa. ¿Lo aceptas?

V-Conclusión:

Al comenzar esta Semana Santa en nuestras iglesias, tenemos la oportunidad de revisar las causas de la muerte del Señor en la cruz. Que tal reflexión nos ayude a examinar si las mismas causas de la muerte del Señor están vigentes todavía y siguen provocando el sufrimiento de muchas personas en el mundo. Los cristianos y cristianas de las diferentes tradiciones estamos llamados a destacar el proyecto del reino de Dios anunciado e instaurado por Jesús. La misión de la iglesia es la de hacer realidad el reino de Dios en la tierra.

Así como Jesús buscó restaurar la santidad del templo, estamos llamados a mantener la reverencia y respeto debidos a los lugares dedicados al crecimiento espiritual. Por esto, en Viernes Santo los cristianos reflexionan sobre la crucifixión de Jesús, la cual fue resultado de su compromiso con una vida de liberación, amor y sanación.

La crucifixión no fue simplemente una ejecución gubernamental, sino un castigo político que pretendía servir de advertencia a quienes se opusieran al Imperio Romano y los abusos del liderato religioso. Este acto público de ejecución se asemeja a eventos históricos como la pena capital, donde el acto en sí mismo sirve como un espectáculo grotesco para infundir miedo e imponer el control. A nivel personal, Marcos 11:15-19 no recuerda que nuestra adoración revela la condición de tu corazón ante Dios. Sin embargo, si tu adoración se caracteriza por un amor genuino, humildad y reverencia hacia Dios, refleja un corazón que busca honrarlo y agradarlo por encima de todo.

Amen & Ashé

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También puedes leer todos los sermones del Padre Luis Barrios en la sección de Sermones.