Sermón completo:
I-Introducción:
Hola y bendiciones, esta es una reflexión bíblica subversiva semanal del Padre Luis con la teología pastoral del Moriviví en donde estamos cada día en la búsqueda del querer vivir con dignidad y poder ser felices aquí y ahora. Este espacio es una invitación a que seamos como el moriviví”, que en un momento determinado creemos que no hay salida y que todo se acabó y de momento estamos de pie para seguir viviendo. Es un volver a vivir.
Gracias por ser parte de este encuentro.
II-La reflexión para esta semana es sobre el cómo;
Título: El cristianismo tiene un historial de manipulación de la Biblia para fortificar y bendecir el patriarcado.
Lectura: Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta. Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. Juan 4: 6-7.
Quiero invitarte a que hagamos la reflexión de esta semana en dos partes. La primera es el poder entender la narrativa bíblica de la Mujer Samaritana en el contexto bíblico. Y la segunda, su aplicabilidad a la realidad del por qué debemos deconstruir la ideología del patriarcado en nuestra teología pastoral.
Pero además quiero reconocer que la Biblia está escrita en una cultura patriarcal y resulta desesperado buscar los textos de la Biblia que apoyan la igualdad, ya que proporciona pasajes insuficientes de igualdad entre hombres y mujeres. Por supuesto, la descripción de la mujer en la Biblia es también el resultado de construcción masculina, en la que se describe a las mujeres como inferiores (sexos secundarios) que los hombres y están bajo el poder de hombres. Pero, en realidad, no todos los textos de la Biblia discriminan y oprimen a las mujeres. Hay textos que apoyan a mujeres como Genesis 1:27: los hombres y las mujeres son imágenes de Dios.
Primera parte: Algo que realmente me impresionó en esta historia es el hecho de que Jesús ignoró por completo la costumbre social de acercarse a la mujer samaritana. En múltiples niveles, ella era una mujer a la que no se le debería hablar. Sobresalen entonces dos prácticas subversivas por parte de Jesús. Una es que Jesús no tuvo miedo de atravesar barreras sociopolíticas y teológicas al retar las estructuras del estatus quo. Y la otra, su increíble capacidad de combatir la exclusión con la inclusión que garantiza la participación de las minorías marginadas, en este caso las mujeres. Podemos decir que Jesús estaba cansado de estas injusticias.
¿Quiénes fueron los samaritanos o samaritanas en tiempos de Jesús? L@s samaritan@s son un grupo étnico y religioso que se considera descendientes de las doce tribus de Israel. Estas personas comenzaron como una raza de personas en el Primer Testamento formada después de que el rey asirio tomó la mayor parte de la nación de Israel en el exilio. Se repobló lo que entonces era la ciudad capital de Israel, Samaria, con los extranjeros que eventualmente se casaron con los judíos que se quedaron en la tierra. Como resultado, sus hijos e hijas era solo mitad judí@s. Estos medio-judí@s llegaron a ser conocidos como samaritanos
¿Quién es la mujer samaritana en el pozo y por qué está sola? Jesús se encuentra con esta mujer samaritana sin nombre en un pozo. Cuando Jesús le pide agua, ella nota la posible impropiedad de su interacción. Un hombre judío hablando con una mujer samaritana sería escandaloso debido a sus diferentes tradiciones religiosas y sexos. Incluso l@s discípul@s de Jesús notan el escándalo cuando llegan a la escena, «asombrados» de que Jesús le hable a una mujer (Juan 4:27), traspasando los límites sociales y religiosos de su tiempo.
El texto no nos dice por qué esta mujer ha tenido cinco maridos. El mero hecho de haber tenido múltiples maridos no es pecado en sí mismo. En la antigua sociedad israelita, las mujeres no iniciaban el divorcio. Sus cinco maridos podrían haber muerto de enfermedad, asesinados por bandidos, perecidos en batalla o simplemente divorciados de ella por infertilidad. Aun así, en cualquiera de estos casos, el resultado habría sido devastador para ella cada vez.
Jesús dijo que ella actualmente vivía con un hombre que no era su esposo. Muchos asumen que esto significaba que la mujer cohabitaba con su novio. Sin embargo, esto no se establece explícitamente. Debido a que necesitaría algún medio de sustento, es posible que haya vivido con un pariente lejano o en algún otro arreglo indeseable para poder sobrevivir. En su cultura de habla aramea, era importante para una mujer tener un protector masculino a su alrededor en cada etapa de su vida. Estos machos protectores, llamados “gowra” en arameo podrían ser un primo, tío u otro guardián responsable de cuidarla.
En los evangelios se hace evidente la enemistad que había entre judíos y samaritanos, y en Juan 4:9, la mujer samaritana lo dice directamente: “judíos y samaritanos no se tratan entre sí. Tal era la enemistad que ella se sorprende de que Jesús, siendo judío, siquiera le pida agua. La enseñanza cristiana más fuerte y sencilla en este Evangelio es sobre el trato a las personas enemigas. Es lo que Jesús nos presenta en Mateo 5:44: «Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen». La enseñanza cristiana nunca aprobaría el odio o la venganza. En otras palabras, Jesús estaba cansado de estas injusticias.
Segunda Parte:
Ya que tenemos una visión mas clara del panorama de esta narrativa vamos entonces a ponerla en nuestro contexto del celebrar a marzo como el Mes de la Mujer. En 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Aunque sabemos que la discriminación de género afecta negativamente a las niñas y mujeres todos los días en casi todas las sociedades.
La versión más antigua del 8 de marzo comenzó en 1908 cuando 15.000 mujeres participaron en una marcha en la ciudad de Nueva York, pidiendo jornadas laborales más cortas, mejores salarios y el derecho al voto. Un año después, el Partido Socialista de Estados Unidos marcó el aniversario de la marcha al declararla el primer Día Nacional de la Mujer.
El fundamento bíblico de esta igualdad lo debemos de sacar cuando se nos dice que fuimos cread@s a imagen y semejanza de Dios. En la saga bíblica Adán y Eva fueron cread@s a imagen y semejanza de Dios. Dios dijo: “Ahora haremos seres humanos, y serán como nosotr@s. Así que Dios creó humanos para ser como él mismo; varón y hembra hizo. (Genesis 1:26, 27). Fue después de que Dios creó al hombre y a la mujer que miró lo que había hecho y declaró que todo era muy bueno (Genesis 1:31 – Así fueron creados varón y mujer iguales y diferentes y esto agradó a Dios. Por supuesto, nada de esto implica un modelo heterosexista en las relaciones amorosas.
Pero entones vino el patriarcado como un sistema de dominio institucionalizado que mantiene la subordinación e invisibilización de las mujeres y todo aquello considerado como ‘femenino’, con respecto a los varones y lo ‘masculino’, creando así una situación de desigualdad estructural basada en la pertenencia a determinado ‘sexo biológico’. A mí me parece que podríamos indicar que la ideología del patriarcado de la supremacía masculina y la subordinación de la mujer promueven y justifican los pecados y crimines del feminicidio, la misoginia, sexismo, y machismo.
Tenemos que entender que la igualdad de género se encuentra en el centro de los derechos humanos y los valores de las Naciones Unidas. La responsabilidad de educar está en cada uno de nosotr@s, pero empezar a reconocer que existen diferencias y que la creencia o postura de un grupo no invalida los derechos de otro colectivo, puede ser un gran avance. En un informe de las Naciones Unidas de noviembre del 2022 se nos dice que Honduras, República Dominicana, El Salvador, Bolivia y Brasil, son los países más inseguros de América Latina para las mujeres.
Por otro lado, el cristianismo estadounidense ha sido un lugar horrible para las mujeres. Las ignora, abusa de ellas, las ataca, las objetiva, las oprime y luego intenta racionalizar teológicamente todo como «bíblico» y «santo». La Iglesia ha sido una co-conspiradora voluntaria en la aflicción generalizada de las mujeres. Esta religiosidad tóxica, a menudo tildada de “cristianismo”, ha socializado a sus seguidor@s para deshumanizar a las mujeres en todos los aspectos de nuestra sociedad.
L@s líderes cristian@s, en general, no han abordado el abuso y la agresión experimentados por más de la mitad de tod@s l@s creyentes cristianos. Marzo esta declarado como el mes de la Mujer. ¿Esta celebración de denuncia y arrepentimiento está incorporada en la adoración de tu iglesia? ¿Cuándo fue la última vez que tu iglesia dedicó un sermón o servicio al acoso, agresión o abuso sexual? Si tienes la suerte de haber experimentado un servicio de este tipo, es la excepción a la regla.
¿Cuántas personas escucharemos una prédica del Evangelio de la Mujer Samaritana como un intento radical de Jesús por desmantelar el patriarcado? ¿Se dirá desde el sermón que el patriarcado es un sistema de relaciones, creencias y valores arraigados en sistemas políticos, sociales, económicos y religiosos que estructuran la desigualdad de género entre hombres y mujeres? ¿O se dirá que la educación patriarcal promueve, justifica y bendice la misoginia, sexismo, machismo, y feminicidio? Se puede decir en el sermón que Jesús está cansado de estas injusticias.
Otra lección solida que podemos sacar de este pasaje bíblico es que Jesús nunca está demasiado cansado para amarte. Aunque Jesús se sentía cansado y sediento, acudió a su cita divina con esta mujer. Eran alrededor de las 6 p. m. cuando se conocieron. Las otras mujeres habrían recogido su agua temprano en la mañana, antes de que el calor del sol las golpeara, antes de que las tareas del día las fatigaran. Pero no esta mujer. No era bienvenida para unirse a los demás, así que recogió su agua mucho más tarde. ¡Qué divina coincidencia estar junto al pozo justo cuando Jesús se unía a ella!
Sea cual sea la razón, Jesús menciona a sus maridos no para criticarla sino para demostrar que la conoce íntimamente. Reconociendo la importancia de Jesús como profeta, la mujer aprovecha la oportunidad para discutir las diferencias entre judíos y samaritanos. Ella confiadamente profesa creer en la venida del Mesías, llevando a Jesús a revelarle su identidad, diciendo “Yo soy el que habla contigo” (Juan 4:26).
La mujer parte inmediatamente, entrando en la ciudad diciendo: “Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿Es posible que sea el Cristo? (Juan 4:29). Su afirmación y pregunta incitan a la gente a averiguar más acerca de Jesús. Su predicación motiva a su comunidad, y muchos “comenzaron a creer en él por la palabra de la mujer que testificó: ‘Me ha dicho todo lo que he hecho’” (Juan 4:39). Después de encontrarse con Jesús, los samaritanos lo invitan a quedarse con ellos y comienzan a creer que él es el Mesías.
Conclusión:
Hermanas y hermanos, esta mujer sin nombre es un modelo maravilloso para tod@s nosotr@s en nuestro propio peregrinaje de fe. En esta reflexión yo no estoy hablando de regalar flores o pergaminos a las mujeres en el mes de la Mujer, estoy hablando de identificar, condenar, rechazar y combatir la ideología patriarcal que destruye la imagen femenina de Dios. Este es una Evangelio de inclusión, sobre todo la inclusión de género con participación. Es un modelo de Iglesia-Pueblo y un modelo de un discipulado radical.
De lo expuesto se puede concluir que la mujer samaritana no era una prostituta, sino una mujer que demostró tener apertura, confesión, iniciativa y decisión. Ella estaba comprometida con el mensaje de Jesús, sin el consentimiento o permiso de los demás, especialmente de su gente. Ella también tiene la capacidad oportunidad de entablar una conversación teológica seria con Jesús. Y podemos declarar que ella fue la primera persona en los Evangelios en participar en una conversación teológica seria con Jesús.
Nuestro reto principal con el evangelio de hoy y el ejemplo de Jesús es el poder combatir los pecados y crímenes de la opresión hacia nuestras hermanas. Pero hay otros retos para nuestra teología pastoral de igualdad de género que nos invitan a salir de nuestro espacio de confort como lo son la inclusión de matrimonios que son del mismo sexo y las realidades de nuestras hermanas que son negras, lesbianas, trans, o que practican una religión que no es cristiana, por solo mencionar algunas.
Vamos a gritar por todos lados que Jesús está cansado de estas injusticias de rechazo y opresión hacia la imagen femenina de Dios. Y vamos a celebrar todo el año con igualdad de género.
Esta es una reflexión desde la Esquina Roja del Padre Luis. Amen & Ashé. 12 de marzo de 2023