Sermón completo:

Hola y bendiciones, esta es una reflexión bíblica subversiva semanal del Padre Luis con la teología pastoral del Moriviví en donde estamos cada día en la búsqueda del querer vivir con dignidad y poder ser felices aquí y ahora. Este espacio es una invitación a que seamos como el moriviví”, que en un momento determinado creemos que no hay salida y que todo se acabó y de momento estamos de pie para seguir viviendo. Es un volver a vivir. Gracias por ser parte de este encuentro.

Mi tema para hoy está elaborado del Evangelio de Mateo 9:9-13, 18-26

y él nos recuerda que Jesús quiere poner el mundo patas arriba.

¿Sabes que la mayoría de las personas sienten que están atrapadas en una montaña rusa de la que no pueden bajarse? Quieren saber: ¿Dios todavía habla? ¿Dios todavía se preocupa? Y, ¿Dios ve lo que está pasando? En esta reflexión de hoy voy a argumentar que sí, Dios todavía habla; Dios todavía se preocupa; y si Dios ve lo que está pasando. Esta es la razón por la que Jesús quiere poner el mundo patas arriba con un nuevo orden mundial.

En Mateo 9:9-13, 18-26 vemos que las historias de milagros de Jesús no solo reflejan la misericordia y la compasión de Dios, también reflejan la insatisfacción con este mundo.

En el evangelio de hoy, Mateo nos habla de dos de los milagros que realizó Jesús. El primero: “Una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto, porque se decía a sí misma: ‘Si tan solo toco su manto, seré sanada.’ Jesús se volvió. , y al verla dijo: ‘Ten ánimo hija; tu fe te ha sanado.’ Y al instante la mujer fue sanada.” Y el segundo: “Entró un líder de la sinagoga y se arrodilló delante de él,” diciendo, “mi hija acaba de morir; pero ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Jesús va a la casa del líder y les dice a los dolientes que se vayan. “Entró en la casa y tomó la mano de la niña, y ella se levantó”.

Todo el ministerio de Jesús, como se describe en cada uno de los evangelios, desafía a las personas a una nueva visión de un Dios amoroso y liberador que se pone del lado de las personas pobres, hambrientas, enfermas y que sufren. No para que se queden en esa realidad, sino para liberarl@s. Las curaciones de Jesús son simplemente metáforas, o signos, de la realidad liberadora de Dios.

No hay nada que sugiera que Jesús hacía milagros para llamar la atención sobre sí mismo… Cuando los eventos se proclaman milagrosos, son, desde la propia perspectiva de Jesús, nada más y nada menos que indicaciones de que el poder sanador, salvador y liberador de Dios no es meramente una realidad del pasado y del futuro, sino algo disponible para las personas en el aquí y ahora. Los milagros son fundamentales para el ministerio de Jesús en nombre de la comunidad-reino. Su propósito no es divinizar a Jesús, sino revelar el poder de Dios obrando de maneras inesperadas. Las historias de milagros subvierten nuestra forma ordinaria de ver el mundo y nos invitan a ser vulnerables para que el milagro del reino de Dios se experimente incluso ahora entre nosotr@s.

Este mensaje, el mensaje que nos dice que el reino de Dios se experimentará incluso ahora entre nosotr@s, es central para nuestra comprensión de nuestro papel como personas cristianas; y es fundamental para la forma en que entendemos nuestro papel al abordar el Ministerio de la Iglesia. En nuestro Pacto Bautismal prometemos: “Proclamar con la palabra y el ejemplo las Buenas Nuevas de Dios en Cristo; buscar y servir a Cristo en todas las personas, amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y luchar por la justicia y la paz entre todas las personas, y respetar la dignidad de cada ser humano”. Hacemos cada una de estas promesas individualmente y con la respuesta: “Lo haré con la ayuda de Dios”.

En el Evangelio de hoy Mateo también identificamos tres dimensiones del ministerio de Jesús: el perdón, la sanación y la victoria sobre la muerte. Cuando Jesús nos llama a seguirle, nos pide que confiemos en estas dimensiones. ¿No sería genial si el crecimiento de la iglesia fuera tan fácil como en este pasaje?

Primero, el Jesús que reconcilia: Mateo primero nos presenta una imagen de Jesús que se ha vuelto popular entre las personas jóvenes y aquellas que aún no se sienten del todo cómod@s en la iglesia. Jesús sale con algunas personas que no parecen religiosas. Los recaudadores de impuestos, uno de los cuales Jesús acaba de llamar a seguir, tenían mala reputación. Algunos, pero no todos, los recaudadores de impuestos extorsionaban a la gente para que ellos mismos pudieran enriquecerse. Recaudaron impuestos tanto para Herodes como para los romanos. Su rechazo ignoró el hecho de que, en un imperio, alguien tenía que hacer ese trabajo. Pecadores, como Mateo usa el término, significa personas que no siguieron escrupulosamente las enseñanzas o la ley de las escrituras hebreas, lo que llamaríamos el Primer Testamento. Jesús predica a los recaudadores de impuestos y a los pecadores y come con ellos. Él se hace accesible a ellos. Las palabras de Jesús sobre su misión nos enseñan algunas cosas. Jesús comparó su ministerio con el trabajo de un médico. L@s médicos tratan a las personas enfermas, no a los sanas. Eso nos debe dar una idea importante.

Segundo, el Jesús que sana: La mujer que sufría de hemorragias desde hacía 12 años presenta un cuadro emotivo. Su cuerpo sintió dolor, pero su alma también. Debido a su condición, se la consideraba impura. Tenía que evitar a otras personas. No podía asistir al culto y gastó todo su dinero en médicos. Ella en realidad rompe las reglas para acercarse a Jesús. Ella inteligentemente ideó un plan para simplemente tocar a Jesús, confiando en que de alguna manera eso la sanaría. Ella tomó la iniciativa, incluso mientras trataba de permanecer callada. A pesar de su secreto, Jesús la vio. Jesús la notó. Ella había sido separada de tod@s, pero Jesús se dirigió a ella como «hija». Jesús la acogió como familia.

Cuando seguimos a Jesús, seguimos a quien nos cura y nos restaura a la comunidad. Jesús le quitó el dolor físico y la incomodidad, pero también la restauró a la comunidad y al culto de adoración. Ella tenía una condición que solo una mujer puede tener, por lo que Jesús la reafirmó como una mujer que merecía ser notada y bienvenida. Jesús nos da permiso para reclamar nuestro propio derecho a la integridad y la comunidad.

Y tercero, el Jesús que vence a la muerte: Cuando Jesús llega a la casa del padre de la niña el luto ha comenzado. Jesús anuncia que la niña sólo está durmiendo. Jesús resucitó a una niña muerta, pero Mateo cuenta la historia de la manera más sencilla. Jesús la tomó de la mano y ella se levantó. La vida había dejado su cuerpo, pero ella se levantó. Su corazón se había detenido, pero se levantó. Jesús la tocó y ella se levantó.

Ahora Jesús nos llama: Seguimos a Jesús porque ofrece perdón, sanación del espíritu y conexión con la comunidad. Estas tres historias nos ayudan a entender lo que quiso decir Juan el Bautista cuando dijo que en el ministerio de Jesús el reino de los cielos se ha acercado.

Si el asunto es poder ayudar a Jesús con un nuevo orden social, ¿cuáles son algunos desafíos para la iglesia de hoy en nuestro mundo sin esperanza?: Primeramente, recordemos que la iglesia es una comunidad de ministr@s; interrelacionad@s, interdependientes, proclamando y compartiendo el amor de Dios. Para mi estos son algunos de nuestros desafíos hoy para que podamos demostrar el perdón, la sanación y la victoria sobre la muerte. La Iglesia necesita ayudar a Jesús a poner el mundo patas arriba.

-Más de mil millones de personas (una de cada seis) viven con menos de $1 al día, y casi la mitad de la población mundial (2.800 millones) vive con menos de $2 al día.

-Cada año más de 10 millones de niñ@s mueren de hambre y enfermedades prevenibles.

-800 millones de personas se acuestan con hambre todos los días.

-Un tercio de las muertes, unos 18 millones de personas al año, o 50.000 por día, se deben a causas relacionadas con la pobreza.

-34 millones de personas en los Estados Unidos tienen inseguridad alimentaria. 9 millones son niñ@s. Pero el hambre no afecta a tod@s por igual: algunos grupos como niñ@s, adult@s mayores, personas negras, latin@s, indígenas y otras personas enfrentan tasas de hambre mucho más altas. En 2021, el 17 % de todas las gente latin@s en los Estados Unidos tenían inseguridad alimentaria.

-Los datos que tenemos del 2020 no dice que más de 580, 466 personas, 18 de cada 100 000 personas en los EE. UU., estaban sin hogar.

-Según los últimos datos disponibles en el World Prison Brief- 2023, Estados Unidos tiene la sexta tasa de encarcelamiento más alta del mundo. Se estima que 5.500.600 personas estaban bajo la supervisión de los sistemas correccionales.

-En EE. UU. mueren más de 96.700 personas por sobredosis de drogas en un año; el 72% de los casos el opioides es el factor determinante de la sobredosis, o sea,  7 de cada 10 muertes. Las sobredosis han matado a casi un millón de personas desde 1999; El fentanilo (opioide sintético similar a la morfina), es un factor en más de la mitad de las muertes por sobredosis.

-Más de 140,000 personas mueren por el uso excesivo de alcohol en los EE. UU. cada año.

-El consumo de tabaco es la principal causa prevenible de muerte en los Estados Unidos. Más de 480,000 muertes al año.

-Un análisis más reciente estima que 128,000 estadounidenses mueren cada año como resultado de tomar medicamentos recetados.

-Los feminicidios en EEUU es una epidemia silenciosa. 57 mujeres estadounidenses cada mes son asesinadas por una pareja actual o anterior.

-Hubo 8.052 incidentes de crímenes de odio que involucraron a 11.126 víctimas.

-Se estima que más de uno de cada cinco adultos estadounidenses vive con una enfermedad mental (57,8 millones en 2021).

-Los multimillonarios de EE. UU. pagan un promedio de alrededor del 3,1 por ciento como tasa funcional del impuesto sobre la renta; Estados Unidos es la sociedad desarrollada más desigual del mundo.

-Más de 50,000 inmigrantes buscando refugio llegaron a Nueva York durante el año pasado, pero much@s no han alcanzado su asilo político.  

Las historias sobre los milagros nos hablan de la poderosa relación de Jesús con Dios y su gran compasión. ¿De qué manera tu relación con Dios te permite ser una presencia compasiva y sanadora para las personas de hoy que viven estas realidades opresoras?

V-Conclusión: Me gustaría cerrar con una cita de la Madre Teresa de Calcuta, una de las grandes sanadoras de los tiempos modernos. “Tratamos de orar a través de nuestro trabajo haciéndolo con Jesús, para Jesús. Eso nos ayuda a poner todo nuestro corazón y alma en hacerlo. Las personas moribundas, lisiadas, enfermas mentales, las no deseadas, las no amadas, son Jesús disfrazado”. Hay que salir a encontrar y liberar a Jesús.Creo firmemente que nosotr@s, como personas cristianas, no podemos permanecer en silencio ante las injusticias. La inacción es simplemente inaceptable, y debemos levantarnos y hablar. Tampoco podemos seguir despolitizando el evangelio de Jesús reproduciendo, legitimando y bendiciendo unas ideologías capitalistas que siguen destruyendo al pueblo. Jesús quiere poner el mundo patas arriba. Un nuevo orden de justicia social y económica. Vamos junt@s a colaborar con Jesús poniendo el mundo patas arribas para traer un nuevo orden en medio de este desorden. ¿Estás list@ para ser parte de esta revolución socio-espiritual que traiga el cielo a la tierra?

Esta es una reflexión desde la Esquina Roja del Padre Luis. En el amor solidario, el sacramento más importante. Amen & Ashé. 11 de junio de 2023.